Capítulo Tercero: Amar es relativo

(Ppff no me acduerdo, pero aqui va)


-A-Argentina...!- De alguna manera, mientras ayudaba a buscar sus estúpidos lentes, Mexico se vio en una situaciñon incómoda. -Ya encontraste los lentes?- Preguntó en un murmullo para interrumpir la película, y tambien, sin poder moverse ya que el espacio era exageradamente estrecho. Era tan estrecho que sus cuerpos estaban totalmente pegados y haciendo fricción en distintas partes. Mexico tragó nervioso y trató de acutar casualmente.
-N-no me puedo mover...- Dijo más para si mismo, sonrojandose.

-Ya.... ya casi.... Mex, movete a más allá quieres? Creo que los veo....!- El rubio, sonriendo en desafío, se movió hacia adelante tratando de alcanzar unos lentes que parecían los suyos. En el proceso no pudo evitar frotarse contra su amigo, quejándose con un suspiro pues se le estaba arruinando la ropa.
La película era una de esas de terror, y aún se podía escuchar los gritos de la multitud que los rodeaba. Pero Argentina, triunfal, sostenía su par de lentes dándoles un beso.
-Mil gracias, Mex! Ya los encontré, aquí están. Mira que son caros, viste? Me los compré en Provenza- le contó, abrazando a su amigo porque no había espacio para moverse.
-Ya se irán los de la película, no?- No. Iba a la mitad apenas.

-Pss! No le des besos a las cosas que han pasado por el piso, pinche asqueroso!- Trató de quitarse para poder regresar a sus asientos, pero apenas se movía un centimetro se frotaba contra Argentina. Si se movía para el otro lado, advertiría a la persona sentada alli. Entonces solo quedaba....
-Hay que esperar a que termine la pelicula y todos se vayan...- Dijo, cerrando los ojos y contando hasta diez para no matar a su amigo. -Mientras tanto no te muevas! Ni un poquito!- Por que si no su cuerpo reaccionaria a la friccion...y eso si que seria incomodo.

Argentina sonrió y apoyó la frente contra México.
-Está bien, Mex- respondió mansamente, quedándose quietecito. Al menos por dos o tres minutos, porque luego empezó a reír tapándose la boca. Al final no pudo contenerse y rió y rió, intentando moverse de ahí sin mucho resultado.
-México!! No puedo!! Me haces cosquillas!!!- le explicó entre risas, moviéndose como poseso. -Esque tu ropa...!!-
Incapaz de resistir más, Argentina jaló enérgicamente la chompa de su amigo y logró quitársela.
-Pheww. La lana natural siempre me hace esas cosquillas horrorosas! Es verdad que es mejor que la sintética, pero no me importa- explicó con una sonrisa, tirando la chompa por ahí.

-Mch Argentinaaa! No te rias! No te m-m-muevas!- Trataba de no moverse pero Argentina hacía ese trabajo extremadamente dificil. Asi que Mexico se comenzó a acomodar un poco más, pero eso solo sirvió para que su entrepierna rozara con el muslo inocente del rubio.
-Argh! Argentina, mejor....que haces?! Hey! No! Que me estás...Argentinaaaa!!- Ya era muy tarde. Estaba deschompado. Y totalmente avergonzado. Su piel desnuda, y ahora fria, se topó con la camisa más fina del otro y esto lo hizo más consciente de la situación.
-Pero que hiciste! Ahora va a parecer que estabamos haciendo cosas....cosas indebidas en el cine! Estúpido Argentina! Quien te manda?!-

El joven rubio apenas ahora se fijaba de que el otro estaba desnudo y, sorprendido, le tocó el pecho con un dedo.
-En qué pensás, bobo?? Con el frío que hace en Canadá tenés que venir así al cine, que ponen el aire acondicionado al mil?- le protestó, quitándose trabajosamente el saco (Armani) y cubriendo a México con él. Sonrió un poco porque no pudo evitar mirarlo.
-Hacés bastante ejercicio, no? Y pasás tiempo bajo el sol. Eso es bueno para la salud- pensó en voz alta, acercándose más a México para que el señor sentado sobre él no lo patease más.
-Yo quisiera, pero la verdad no...-

Mexico no pudo evitar sonrojarse.
-Serás idiota! Y-yo soy bronceado de n-natural. Lo que pasa es que tu eres muy blanco.- Dijo, no sabiendo ni donde mover la cabeza. No podia mirar directamente a Argentina porque entonces sus labios estarían muy cerca de los del otro, asi que optó por mirar a una goma de mascar que yacía inocente en el piso.
-Además...tu estas bien asi. Tienes un lindo cuerpo.- Oh no, seguro Argentina tomaría la peor parte de esa oración.
-Quiero decir! Esto...No tienes que hacer ejercicio!-

-No tengo que- repitió Argentina, pensativo, -pero me gustaría. Pensaba correr o al menos caminar, sabes, salir...-
El joven no añadió nada más. No quería pensar en sus propios tontos problemas. Más bien tapó mejor a su amigo y le sonrió por el cumplido. Sí, era verdad que tenía un cuerpo delicioso aunque no hacía ejercicio. De todas las cualidades que Argentina podía contar en sí mismo, su anatomía contaba mucho.

-Escucha, ésta es la parte en la que matan al protagonista!!- notó Argentina, levantando un poco la cabeza para escuchar. Gritos, desgarros, cosas así. El rubio sonrió con felicidad. Lo divertían tanto esas películas.

-Gracias por venir a verla conmigo- susurró afectuosamente a México, posiblemente su mejor amigo. Con nadie más podía hablar sobre otras personas, jugar bromas y molestar por ahí.

Mexico hizo un puchero mientras se acurrucaba un poco contra la tela del abrigo que Argentina le habia prestado. En la vida le daría las gracias, ya que en primer lugar fue él quien lo dejó sin nada arriba.
-Si, si...como sea.- No lo demostraría, pero la verdad era que le divertía mucho ir a lugar con Argentina...era como si todo lo hiciera más divertido. Tal vez era que nunca se ponía de mal humor o tal vez sería su hermosa sonrisa, pero si salía o hablaba con su amigo, sabía que sería un buen día. Claro, para las demas cosas era un idiota.


(8D ahora pasamos con alguien mas?)

(why yes indeed)
***

Por una o dos semanas, tal como Argentina hubo previsto, el clima canadiense visitó con sus inclemencias las casas de los países latinoamericanos (y la de Kadri, aunque en menos intensidad). Sin embargo éstos no se dejaron amilanar, particularmente los que poseían sierra en su conformación, siguiendo normalmente con sus actividades.
De la familia, el más disgustado era Zé. Él no estaba NADA habituado al frío, lo odiaba! Así que pasó mucho de su tiempo visitando la casa de Kadri. Aunque de amplios espacios, el brasilero no sabía cómo Kadri se las arreglaba para mantener siempre tan cálido su hogar. Zé sólo se la pasaba por ahí cocinando, cantando y pasándosela bien con su gran amigo. Tomó también la costumbre de quedarse a dormir - al marroquí no le importaba.
Miguel, ya recuperado, se disculpó humildemente con Kadri por esa tontería que había cometido. Pero por eso no podía permitirse beber ni una gota de alcohol-esas cosas tendían a pasar. Ahora tendría que aguantar a Argentina y México molestándolo por el resto del viaje, como si no tuviera ya bastantes problemas encima. Pero mejoró, visitó la ciudad y también a Kadri llevando a su llama. I'lli pareció encariñarse del camello.
Y Chile... bueno, Chile siguió leyendo, escribiendo y observando el cielo como siempre lo hacía. Sólo que ahora tenía a alguien con quien NO estar enojado todo el tiempo: su CR.

Y esa tarde, sentados en el parque tras la reunión del día, Chile cerró su libro con un suspiro y lo dejó en la hierba.
-Te conté que mi nombre es Manuel, CR?- comentó casualmente, como si no importase.

(Perfect XD)

Que bello tiempo habian pasado todos en ese pais. O por lo menos eso pensaba el pequeño pais que estaba sentado al lado de su Chile. Mexico y Argentina parecían llevarse mejor que nunca, saliendo todos los días y riendo de todo lo que podían. A Zé también se le veía contento. Pasaba mucho tiempo con ese marroquí, yendo siempre a su casa y haciendo pijamadas. Bolivia y Colombia se divertían a su manera, uno tomando café y la otra jugando con lo que se encontraba, siendo feliz.
El único que no parecia estarse divirtiendo era Miguel. Si, nunca habia sido muy unido a él, pero no le gustaba ver a la gente triste.

-Huh?- A que venía eso? -Manuel?- CR lo miró sorprendido durante unos segundos y luego soltó una risa por lo bajo. -No me lo habías dicho,Chi...Manuel.- Lo miró con una sonrisa. -Me gusta.- Dejó la hoja seca que estaba despedazando con sus dedos y se acercó al otro. -Creo que te va.-

-No me va, no digas eso- rió Chile, colocando una hoja seca en la cabeza de CR.
-Yo no lo elegí... no sé si me va- dijo luego, pero pronto dejó el tema. No le gustaba pensar en esas cosas cuando estaba con el otro. Para deprimirse tenía la noche. Volvió entonces a tomar su libro y lo abrió, mostrándole la primera hoja a su acompañante. En una esquina, en letra clara y elegante, decía "Manuel".
-Por ésto lo recordé. Hace mucho tiempo que nadie necesita llamarme así, a veces se me olvida- comentó, rebuscando en su bolsillo y sacando unos dulces. Le ofreció a CR antes de comerlos. Era un pastillero celeste claro, con mentitas. Se lo había traído desde su país.

(Mentitas *u*)

CR se quedó quietecito, mientras Chile le contaba el resto y también un poco para balancear la hojita en la cabeza.
-Pues entonces...Como debo llamarte?- Tomó una mentita.- Oh gracias! ....Me gusta Manuel. Pero también me gusta Chile. Asi que, como tu quieras.- Se echó el confite a la boca, mirando hacia el cielo y pensando.
-....Manuel....- Rió un poco. Era lindo saber el nombre de su novio, aunque probablemente no lo fuera a usar. No parecía que el chileno le gustara mucho.

-Deja de repetirlo, sí?- El latino abrazó a su querido CR, jalándole suavemente una mejilla para ocultar que se había desanimado un poco.
-Con que me llames Chile está bien, lucecita- le sonrió, levantándose y estirándose. Cerró el libro (casualmente era de Manuel Silva Acevedo) y se lo puso bajo el brazo, ayudando a su amado a levantarse.
-Deberíamos regresar a la casa de una vez. Escuché que los demás quieren salir ésta noche, y me gustaría estar ahí para poder negarme a tiempo- comunicó, mirando en dirección a su hogar. Algunos de sus hermanos y primos entraban y salían o simplemente conversaban fuera. Entre ellos distinguió a Miguel, y frunció el ceño. Esa rata con chullo siempre perdiendo el tiempo, siempre en la estratósfera.

CR se levantó con el apoyo de Chile, y comenzó a caminar con él mientras lo tomaba de la mano.
-Bieeen, bieeen, no te llamaré así.- En realidad no le importaba el nombre mientras fuera la misma persona a quien amaba.
-Hmm? Entonces vamos a quedarnos en casa hoy?- No le parecía muy divertido, pero instantáneamente obtuvo una idea. -Será divertido si le ponemos algo de sabor a la noche...- Sonrió no tan inocentemente. -Hoy es noche de guaro!!- Exclamó feliz con un puño en el aire. CR era bastante débil para todo excepto el licor y el café.

(corto, lo se D:)

(no importa <3333)

Chile miró a CR con bastante tolerancia, porque por naturaleza era tranquilo y perezoso y no tenía muchas ganas de salir esa noche. Pero a veces uno debe sacrificar lo que quiere por aquellos que uno quiere.
-Yo no bebo, CR. Pero si quieres salir, siempre puedo acompañarte- le ofreció, alejando de su mente su cálida cama y los libros que le faltaban leer esa semana.
Además, qué pasaría si CR iba solo y algo o alguien se le aproximaba? Chile quería estar ahí cuando pasara, para dejarle la cara como un Picasso al imbécil de turno. Mientras el latino empezaba a caminar hacia la casa, metió una mano en el bolsillo donde llevaba la navaja. Hace un largo tiempo que no la usaba. Debía estar hambrienta de sangre. Pero talvez ese no era el día.
Sin darse cuenta, Chile quedó en silencio por largo rato.

De inmediato, CR pudo ver que la idea de salir no le entusiasmaba a su novio, pero por suerte ese no era su plan.
-Jeje, no Chileee, yo no hablaba de salir.- Apretó con más fuerza la mano del otro. -Para beber no se necesita ir a un bar, sabes?- Hacerlo en la casa también podía ser divertido con la gente indicada.
-Pero si no te gusta entonces no... Es aburrido cuando se hace solo. Yo solo decía, ya que tenemos la casa para nosotros...- Le volvió a sonreír. Sabía que nada iba a pasar, pero que demonios, cualquier cosa podía pasar.

El joven salió de su ensimismamiento, considerando la idea. Hace mucho tiempo que no bebía. Y ésta vez no iba a estar solo como la última, sino con CR. Todo estaría bien. Sí.
-Ahora que lo pienso en realidad no es mala idea, CR. Pero en casa no tenemos alcohol. Habría que ir a comprar.- Y sin más miramientos, enfilaron tranquilos hacia las tiendas del boulevard.
Parado frente a una tienda de licores, Chile miraba tratando de entender cuál era la diferencia entre un vino y otro, un ron y un whiskey. Para él todo se veía y olía igual, daba lo mismo qué iba a tomar. El latino se dio cuenta de que no sabía nada, y giró hacia su novio.
-Elije tú, por favor- pidió, haciéndose a un lado. Consideró la idea de fumar, pero hace mucho lo había dejado.

(QUE FUME, QUE FUME)

CR se fue contento, agarrado del brazo de su novio. No es que le pusiera feliz beber, sino que le alegraba celebrar...si, eso era. Celebrar.
Y en realidad tenían mucho que celebrar! No era todos los días que uno encontraba a alguien quien amar y que lo amara a uno.

Al llegar a la tienda, CR tomó una botella de tequila, lo consideró y la puso de nuevo en el estante. Que le podría gustar a Chile? Se veía como alguien que no tomaría cerveza... se veía como alguien de Whisky pero a CR no le gustaba el sabor amargo.
-Oh! Ron!- Tomó tres botellas de ron que se posaban inocentes en el estante. -Te gusta? O tal vez Vodka?- Estaba emocionado, no lo podía negar. Lo habían criado con un chupón de café y lo calmaban con una chupeta hundida en guaro.

-No sé qué me gusta, por eso te pido que compres tú- sonrió Chile, distrayendo su atención hacia otros estantes de la tienda. Tabaco. Pipas, puros, cigarrillos... El latino trató de apartar la idea de su mente, pero dónde se ha visto beber sin fumar?
Tomando una cajetilla elegante, cuya marca le era desconocida, y un encendedor de metal sin adornos, Chile pagó en la caja rápida y encendió un cigarrillo. Al darle la primera pitada, volvió a sentir en la garganta el sabor intoxicante del tabaco. Suspiró, dejando sali volutas de humo que se perdieron en el aire. Qué poca voluntad, Chile. Así vas a terminar muriendo.

El latino supuso que, mientras no fumara más días que ese y no le doliera el pecho, todo estaría bien. Sabía perfectamente el estado de su salud, y que estaba haciendo una tontería, pero hace cuánto no se daba el gusto? Y, después de todo, él quería elegir con qué veneno matarse.

-Oh...está bien!- Le sonrió, mientras tomaba tres botellas de ron, algo entusiasmado. Hace mucho que no se tomaba la libertad de emborracharse como dios manda.
Las puso en la caja y pagó con gusto. Se preguntaba si con solo tres botellas bastaban pero en realidad lo que quería era pasar una buena noche, no tratar de olvidar una pena, así que salió de la tienda satisfecho.
Al salir, notó a su novio muy cómodo con un cigarillo en la mano.
-Oh, Chile, ya podemos irnos.- Dijo, acercándose y tomando el cigarro del otro, dándole uno o dos jalones y por fin regresándoselo. -Al final compré el ron, espero que te guste. Sino, tal vez haya algo más en casa. Necesitas otra cosa, para no tener que salir más en la noche?-

Mmmm. Cuando vio a CR hacer ese sencillo gesto de fumar de su mismo cigarrillo, Chile sintió un cosquilleo de atracción hacia su novio. Uno que en realidad era bastante frecuente, pero al cual trataba de ignorar. Sin poder hacer nada más se llevó el cigarrillo a los labios y exhaló, casi como un suspiro.
-...Comida. No es bueno beber con el estómago vacío. Así me lo dijo Zé- respondió el latino, cogiendo un par de bolsas de papas y nachos (por qué habría nachos en Canadá?).
-Es increíble el aguante que tiene él. Puede beber litros de esa... cachaza o como se llame que hacen en su casa, y seguir bailando como si nada. Sabías que la fiesta más larga del mundo la da él? Es un festival de tres días, de fiesta ininterrumpida. No sé cómo- le fue conversando a CR mientras iban a pagar todo.

-Oh, enserio? Wow, y tan tranquilo que se ve...- Acompañó a Chile en la fila, que en realidad no estaba larga, solo tres o cuatro personas más. -Tenemos que festejar algún día con él, creo que sería divertido.-
Por fin llegaron a la caja y pagaron las cosas que faltaban, para así poder salir de la tienda. CR cargaba la bolsa con el licor y Chile la de la comida, así que éste pudo colgarse del brazo libre de su novio.
-Sabes, Chile, se me hace que he perdido la práctica con el alcohol...espero no hacer nada indebido ni grosero.- A pesar de las apariencias, CR aguantaba bien su licor, pero últimamente estaba tan ocupado que no había podido tomar nada más que café. A parte de esto, esperaba con ansias ver como era su amado con un poco más de libertad en la lengua.

-Eso porque no has ido al Carnaval- sonrió Chile. De tranquilo, Zé no tenía nada.
En lo que caminaba junto a CR, el latino dejó su vista vagar hacia el cielo- o más bien siguiendo el camino que formaba el humo hasta desaparecer a corta distancia suya. Uno diría que, con los días horribles que había tenido que pasar en el hospital, a Chile se le habría quitado toda idea de fumar. Pero ya ves, cómo son los humanos.

-No creo que importe si haces algo... indebido o no sé. Vamos a estar solos, sabes- comentó, ofreciéndole el cigarrillo a CR.
-En todo caso preocúpate por mí. No... no bebo mucho.- Con lo cual quería decir que no bebía. En su casa, los licores eran francamente horribles. Por eso había perdido el gusto al alcohol y el café; sólo le quedaba el tabaco. Y ahora ni eso.
Pero una parte de Chile se preguntaba cómo sería estar borracho. Beber tenía un atractivo evidente, si no las personas no lo harían tanto. Sería la sensación que daba?

CR tomó el cigarro para disfrutarlo una vez más, pero antes le dio un beso en la mejilla de Chile. Simplemente le parecía tiernísimo.
-Jeje, quiero verte beber. Será divertido verte distinto.- Inhaló y exhaló el humo del cigarro, dándose su tiempo, ya que hacía mucho que no fumaba. En su país siempre lo estaban molestando que el humo era malo, que era malo hasta para el ambiente, así que se aburrió y nunca trató de seguir con el vicio. Bueno, gracias a eso, estaba saludable como un tronco. (esa era la expresión? XDU)
Le devolvió el cigarro a su novio, preguntándose como iba a terminar esa noche. Haría el ridículo? Pasaría algo entre ellos? Se dormiría?

Mientras caminaba hacia la casa, una sombra aparecía detrás de un arbusto. Los había estado siguiendo sigilosamente desde hace dos cuadras. La sombra miró al hombre más pequeño e irguió en el aire su puño al mismo tiempo que decía por lo bajo: -Costa Rica.....- En tono del papá de Timmy Turner.

Un par de cuadras más, tras un poco de conversación ligera entre la pareja, llegaron a la casa temporal de todos los representantes.
-Estábamos más cerca de lo que pensé.- Comentó CR, entrando por la puerta de atrás.