Capitulo II - Nueva Vida [18 +]

A la chingada con lo de malgastar aliento.
La idea de que Dai lo fuera a tener por tanto tiempo hizo que el cordero sonriera entre gemidos y suspiros, rítmicos como la cama que golpeaba contra la pared. Se llevó las manos al cuerpo también, pensando que no estaría mal saber por él mismo dónde le gustaba el contacto y dónde no. Nunca estaba de más saber sobre el cuerpo de uno.
-Toda la noche, todas las noches...! Mmmm, Dai!!- Cómo le gustaba ese tono que tenía el lobo en la voz cuando le decía esas cosas. Era una de las mejores partes de estar con él, oír su voz y ver su sonrisa pendenciera. Kohitsuji estaba seguro de que, al día siguiente, enrojecería por lo que estaba haciendo y pensando ahora... pero no importaba, faltaba bastante aún.

Dai sonrió ante la respuesta positiva del otro, poniendolo aún más duro.
-Ahh... Más cerca....- Dijo entre suspiros, mientras sus manos se deslizaban junto a las de Kohitsuji para quitarlas del camino. Luego se acercaó más a su piel, quedando cuerpo con cuerpo, para juntar sus labios y entrelazar sus manos.
-Hmmm...- Ese beso era más profundo, no solo probando sus labios sino también jugando con su lengua mientras el ritmo de las caderas seguía más desenfrenadamente.
-Mmmm...nnn...- Seguía gimiendo, gustandole el contacto y lo suave que era el cordero. En un guisado deberia saber....no! no lo comería, se lo habia prometido.

Finalmente, el cordero dejó caer las manos y tras unos minutos volvió a enlazarlas con las de su lobo. Se tomó con fuerza a él, dejándose llevar por el camino ascendente que trazaban sus cuerpos en la cama. En el beso se concentró como pudo, encantado de ser guiado así por Dai, y sin percatarse de que a su alrededor la habitación se estaba convirtiendo en un pequeño caos.
Las sábanas, caídas a un lado de la cama. La ropa, regada por el suelo. Intacta, claro, pero regada. En una esquina de la habitación estaba el frasco de lubricante, con buena parte del contenido aprovechado. Parecía un pequeño campo de batalla, de esa pelea que se libraba siempre entre las parejas.

-Mmmm..Ah, Kohitsuji....- Se separó de sus labios, para susurrar su nombre con algo de dulzura.
Dai solo se concentraba en lo que sentia y sus instintos, le daba un pepino si alguien los escuchaba o si rompian la cama, lo que sea para pasar una noche de ensueño.
Dai entonces dejó libre una mano del otro, para llevar su propia mano hacia la parte de atrás del cordero, para levantar un poco más su cadera y de paso acariciar su suave colita lanuda.
La colita se movia y a Dai le pareció algo tiernisimo, pero que nunca diría. Aunque bien podría convertirse en su nuevo fetiche.

-Amo cómo dices mi nombre...- sonrió el cordero, mirando un poco alrededor y al cuerpo del lobo. Se veía apenas en la oscuridad, y sin embargo se sentía fuerte y ágil, atrayente como él solo, templado en la vida del bosque. A Kohitsuji casi le entró vergüenza al pensar en él mismo, que debía ser blando y débil en comparación.
Las manos de Dai, fuertes y suaves a la vez, le produjeron escalofríos de placer al tocar así en su espalda y su cola. Como si fuera una respuesta, la colita del cordero se movió un poco de aquí allá como hacía siempre que se sentía feliz. De ésto, el cordero no podía ya darse cuenta. Era un gesto completamente inconsciente, y se disparaba solo.

Le parecía extremadamente tierna esa colita tan pequeña y juguetona, asi que puso en sus notas mentales molestarlo más con ella los proximos días.
-Y me gusta decir tu nombre...Aahh..Kohitsuji, mmm...- Siguió jugando con la cola, masajeandola mientras bajaba la velocidad en su cadera pero al mismo tiempo se insertaba más fuertemente.
Su mano se movió un poco hacia el lado, finalmente dejando la cola en paz, para darle una sonora nalgada, que lo dejó contento.
-Aaaauuuuu!- Aulló, dandole otra en el mismo lugar. -Buen cordero...Ah!! Ummmm...-

(XD fuck yeah XD)

(fuck yeeeah -w-)

La cola no era un lugar en el que sintiera mucho, pero la idea de que Dai jugara con ella lo excitaba enormemente. Sólo se sobresaltó un poco cuando el otro le dio esa nalgada, que casi lo hizo saltar de la sorpresa. Aunque no le gustó mucho, por lo repentino, se quedó concentrado en cómo había el otro bajado el ritmo e incrementado la fuerza. No dijo nada, aparte de disfrutar cómo el lobo usaba tan bien su cuerpo.
La cama, para éste punto, había ido golpeando la pared a un cierto ritmo. Parecía que iba a hacerle mella, o al menos una marca. Lo peor que podía pasar era que la madera de la cama cediera, pero eso era muy improbable.

("Lo peor que podía pasar era que la madera de la cama cediera, pero eso era muy improbable." CHALLENGE ACCEPTED)

-Nnn! Hah...ya casi...- Pero todavía no. Al sentirse cada vez más exitado y con la cabeza revuelta, iba dejando sus fetiches y se concentraba en sus estocadas. Olviden la paciencia, solo queria coger al cordero rápida y fuertemente, para que nunca olvidara ese momento.
Tomó el miembro del otro y comenzó a masturbarlo con el mismo ritmo con que crijía la cama, cuyos sonidos llenaban completamente la habitacion.
El respaldar chocaba con la pared y los resortes se quejaban. Dai estaba seguro que todo seria un desastre luego pero poco le importaba, ya limpiarian mañana.

(gran error de mi parte ._.)

Kohitsuji sintió que iban más rápido, aunque no fuera así. Cuando Dai empezó a estimularlo más, el cordero no pudo contener la voz. Ahora esa habitación estaba llena de ruidos, algunos hechos por los dos amantes, otros por el entorno que amenazador crujía.
Y entonces, por el ritmo frenético que llevaban ahora el lobo y el cordero, los tornillos y clavos de la cama finalmente cedieron. La madera se hundió hacia atrás repentinamente, y Kohitsuji tuvo que hacer un gran y sorprendido esfuerzo para no estamparse contra la pared. Se aferró como pudo al colchón, pero éste también estaba bastante dañado así que la cubierta amenazaba con soltarse. Pero para su buena (?) suerte, la parte delantera de la cama se hundió también y con un grito de sorpresa el cordero terminó con su amante y el colchón en el suelo.
-.... N-nos van a matar...-

(8D)

Huh? Algo sonaba? Dai no estaba seguro, asi que siguió su ritmo. Pero pronto se oyó un estruendo y con un fuerte crujido de la cama, terminaron en el suelo, él aplastando al pobre cordero.
-Aayy...que pasó?- Se levantó un poco, mirando el desastre de madera y colchon esparcidos en el suelo. Entonces tomó al cordero de las muñecas y siguió. "I don't give a fuck" Pensó.
-No te desconcentres...ahh...Terminamos porque terminamos!- Decidió, esperando que los otros no vinieran a ver que pasaba.

El cordero se sorprendió aún más cuando Dai decidió continuar, intentando levantarse pero siendo sujetado por el otro. Era una mala situación. Todo estaba hecho un desastre monumental.
-P-pero, Dai... aahh...!- Pronto dejó de debatirse y sólo se dejó hacer, entregándose a la tarea completamente. Y es que ahora ya no había nada más que pudieran romper, eran libres por así decirlo. Con la oscuridad, el polvo y el serrín en el aire, no podía ver nada... Así que cerró los ojos.
Le gustaba tener los ojos cerrados mientras Dai lo tocaba y entraba en él. Era como un juego de adivinar en dónde estarían sus manos, cómo lo trataría, qué le diría. Claro que un poco extraño jugarlo en esas circunstancias, pero bueno. No todo era perfecto, muchas camas en el mundo se rompían así.

-Solo...hhmmm... Solo sigue. Luego veremos como lo arreglamos...- No dejaria que nada arruinara su momento. No se habia acostado con alguien por lo menos en un año, ya que se habia estado ocupando de escapar de los enemigos recien adquiridos. Bueno, no eran tanto los enemigos, sino que su número y fuerzas habian incrementado.
Pronto se oyó un ladrido desde la otra habitacion.
-Hey, Dai, estás bien?- Preguntó la voz del perro.
-Si, mierda, si! Ahhh...Si...Cordero, diles que estas bien...Si!- Decia, respirando pesadamente mientras seguía su labor.

Oh, no. Taiga. Ahora tenía que responderle y no sabía cómo hacerlo sin sonar... bueno, sin sonar extraño. Pero a éstas alturas, mucho no importaba.
-E-estoy bien, Taiga, gracias... mmm... sólo que la cama se rompió... ahnn....- admitió, nervioso y algo ofuscado. De verdad habían roto una cama? No era que la cama estaba vieja y simplemente había cedido? Fuera lo que fuese, Kohitsuji tenía un montón de limpieza que hacer ahora. Porque no iba simplemente a dejarlo todo así, aaaah no.
El cordero alargó una mano para tomar una almohada y apartarla del camino. La almohada estaba rota y las plumas salían por todos lados... cómo se habría roto? Ni idea, qué tanto importaba. El punto es que estaba rota y tendrían que cambiarla por otra o al menos arreglar esa.

No queria oir los regaños del cordero cuando se enterara que le habiaenterrado las garras a la almohada cuando no estaba viendo. En fin.
-Ah! Se rompió la cama?- Habló de nuevo Taiga. Sabía muy bien que estaban haciendo bebes, pero aun asi estaba preocupado por sus amigos.
-Si...ahhhh, estabamos jugando muy...duro.- Respondió el lobo con malicia. Como no le daba verguenza estar teniendo sexo y contestarle tan placidamente a su amigo? Bueno, era Daichi el lobo del bosque.
Pero de un momento a otro se quedó callado y se acercó más a su cordero, enterrando la cara en su delgado cuello.
-Ah...vengamonos...- Le susurró, dandole un pequeño mordisco.

(pues, ya, mucho XDD necesitamos seguir la historia 8D)

(es cierto 8D fue un lemon largo. .... LOL DAICHI EL LOBO DEL BOSQUE
Me suena a serie infantil xDDDDDDD como Kimba El León Blanco 8DDD)

Kohitsuji se apartó unas plumas de la cara y quitó del camino un par de almohadas más. Caramba, qué había pasado con esas? Estaban destrozadas. Ya no se podían usar ni de trapo. Escuchó vagamente la voz preocupada y curiosa de Hisame, preguntándole algo a Taiga. Probablemente algo como "qué diablos es eso que hace tanto ruido al lado?".
Suspiró al mordisco de Dai y a su proposición, asintiendo levemente. -Tú me dices cuando... puedo, cuando me lo digas...- No sabía que era así, pero al usar el plural Kohitsuji suponía que implicaba el dejarse ir *juntos*. Eso no requería cierta coordinación? Les saldría bien? Y qué pasaba si no...? Diablos, tanta curiosidad.

(XDDDD)

-Ahh...Hah... Ya casi....ya casi....- Gemia, mientras se seguía insertando rapida y fuertemente, sin ritmo alguno. Sus ojos estaban firmemente cerrados y su rostro escondido entre el cuello del otro.
-Ah, listo...ya, juntos~- Dijo, dando un par de estocadas más y levantando su cabeza cuando arqueó su espalda, dejandose ir por completo.
Cuando termino, se echó encima del cordero, todavía conectados.
Respiraba pesadamente y su mente estaba en blanco. Que perfecta manera de terminar la noche: con un buen corte de carne, una media cama en donde dormir y una buena ronda de sexo.

Kohitsuji fue tomando atención al desigual ritmo de su lobo, a la especie de cuenta regresiva que daba, y con él gimió y se movió quedando sin embargo muy junto a Dai.
Y con él pudo venirse, ahogando un grito con las manos y quedando inerte al lado de su pareja, entre el revoltijo de plumas y madera y pedazos de cama que había en el suelo. Pero el estar en blanco no le duro tanto, y a los minutos abrió los ojos recobrando en aliento. Su visión se acomodó a la oscuridad, y pudo ver más o menos el estado en el cual se encontraba todo.
-Dios del cielo...- susurró, aterrado de nuevo. Cómo iba a limpiar todo eso? Peor, cómo iba a PAGAR todo eso??

Dai medio escuchó lo que habia dicho su cordero, asi que sonrió y se levantó para besarle la mejilla.
-Asi es...estuviste bien, pequeño.- Dijo, pensando que era un comentario por el sexo y no por el desastre. Llevó una mano a la parte en donde todavia estaban conectados y fue saliendo lentamente con un suspiro, para luego separarse de él.
-Bueno...buenas noches!- Le dio otro beso en la frente, tomó algunas de las sabanas que estaban por ahi regadas, dio media vuelta en la cama y se echó a dormir, ya estando satisfecho.

Se sintió bien cuando el otro salió, pero sólo fue por la parte física. La excitación del momento había pasado y ahora Kohitsuji volvía a ser como era siempre, y se daba cuenta de que tal vez, sólo tal vez, debían haber tenido más cuidado. Se irguió para mirar alrededor de nuevo, con las orejitas erguidas y alerta por si venía alguien, pero ya era muy tarde para arreglar nada.
Con un suspiro, se echó a dormir al lado de su lobo. Ya a la mañana siguiente vería cómo reparar todo. ...Esa cama debía ser inglesa! Oh dios, una cama extranjera, y la había roto.

(vamos con Blake? :3 me dices y hago el siguiente post con él)

(Que lindooo XDD bueno, haz con Blake)

El lobo no se preocupó. Luego de unos minutos de haber cerrado los ojos, cayó en un profundo y cómodo sueño.
Dai no se preocupaba porque sabía que no habia nada que hacer, no podía comprar una nueva y no creia que podía reparar todo...aunque la cama si era de madera tal vez si. Igual, no se podía hacer nada hasta en la mañana.
En la otra habitacion, Taiga estaba felizmente dormido, ahora que los de al lado se habían callado y la casa estaba sumida en el silencio de la noche. Le dio un beso en la orejita de su novio y lo abrazó, para comenzar a dormir tan plácidamente como el lobo.
Mientras tanto, el conejito estaba igualmente dormido, solo que más recogido en la cama y con una sonrisa a causa de un sueño que tenía, sobre él comiendo zanahorias en un campo con flores amarillas hechas de azucar.

Y abajo, en la primera planta, Blake cerraba un libro con una sonrisa divertida. Por lo que había podido oír, *todos* en la casa habían tenido un tiempo productivo. Especialmente ese par, el lobo y el cordero. Si hasta habían echado abajo la cama. El único que no hacía nada era él, Blake Citadel, leyendo tranquilamente sus libros en braile.
Qué molestia. El joven genetista dejó sus textos al lado y salió de la habitación, paseando por los pasillos. Orbitando un poco hacia la habitación de Taiki. Ese conejo olía muy bien. Su sangre debía ser exquisita. Blake paró frente a la puerta y se recostó contra la pared, oyendo la suave respiración de sus hermanos en el ático. No estaban dormidos (hah, dormidos) por supuesto, pero no estaban haciendo nada. Blake podía imaginarlos echados en la cama, juntos, como todas las noches que se quedaban en casa. Se preguntó fugazmente cómo serían los sueños de los que podían ver, pero apartó de sí la idea. Lo deprimía un poco.
Para animarse, abrió la puerta de la habitación del conejito y entró como quien no quiere la cosa.

En su sueño, Taiki iba corriendo, feliz de la vida, tomando zanahorias y masticando flores mientras pasaba.
Pero al abrirse la puerta, su mente lo percibió y en el sueño comenzó a hacer un frio terrible y copitos de nieve caian del suelo.
Como todo sueño feliz del conejo, de la nada se encontró con una bufanda, una tan larga que le cubría el cuellol , las orejas y le llegaba hasta los pies. En la realidad, se acurrucó más a las sabanas, poniendose de lado.
-Hmm...nieve...- Murmuraba dormido, a como en el sueño abrió la boca y la nieve sabía a fresas. Su rabito se movia alegre y sus orejas bajaron a sus hombros, como cobijandolo.

Los murmullos del conejito durmiente no pasaron desapercibidos para Blake. Sonrió, silbando por lo bajo. El leve sonido había rebotado en la habitación, y ahora Blake sabía exactamente en dónde (y cómo) se encontraba echado Taiki. Caminó tranquilo por ahí, apoyando una mano en las columnas de la cama. Era una buena madera, suave y... no tan resistente, pero infinitamente más elegante que una cama de hierro. Blake nunca había realmente usado su cama, pues no dormía.
El murciélago se sentó en un sillón al lado del conejito. Recordó cómo se había descrito, y empezó a imaginar... y por asociación, lo que imaginó fue un pastel de vainilla. Mmm.

(un pastel de vainilla XDD)

Todavia hacía algo de frío, asi que su cuerpo le decia que despertara para cobijarse...No, realmente, estaba tan acosumbrado a estar alerta por la infinidad de depredadores que habia en la pradera, que su cuerpo de inmediato detectó un aire extraño, asi obligandolo a despertar.
-Mmm...nnn...- Fue abriendo los ojos lentamente y se sentó en la cama aperezado, mientras frotaba sus ojitos rosados.
Rápidamente vio algo y paró sus largas orejas, listo para correr veloz, pero al ver bien se calmó.
-Oh, hola...No esperaba verlo aqui...mmmm, puedo ayudarlo en algo?- No sabia como el ciego habia llegado hasta aqui, abierto la puerta y sentado tan cerca sin haberse despertado. Por lo general no podia dormir bien con tanto peligro cerca y un monton de sus hermanos encima de él.

Vaya, no había tomado en cuenta que los sentidos de Taiki también estaban muy desarrollados. Apenas lo notó despertar se hizo el desorientado, mirando alrededor con "alarma" como si no supiera de dónde venía esa voz.
-Taiki? Ah, lo siento mucho... pensé que ésta era otra habitación- se justificó con una sonrisa, riéndose un poquito por dentro. -Estoy buscando la bodega, pero... eso debe de estar en el primer piso de seguro. No quería despertarte.-
Blake se levantó y tanteó un poco alrededor, hasta tocar una pared como si fuera a usarla para guiarse. Sí, seguuuuro. Bien que sabía que la bodega estaba en el sótano.
Lo de la bodega era en parte verdad. Le había entrado hambre a mitad de un libro, y era mejor que comiera algo antes de que le entrara aún más hambre.

(esque como es un conejito blanco con ojitos rojos... Blake asocia los nombres de los colores a sabores y olores o3o)